METAFÍSICA: LA TIRANIA DE LO ETERNO

La metafísica consiguió un apartado dentro de la clasificación del conocimiento con la  titulación de unos libros de Aristóteles que los ubicaba después de los de física. Antes de la aparición del término,  este tipo de reflexión suscitaba  denominaciones específicas, tales como «filosofía primera», «sabiduría primera», «ontología» o «teología». Fue una  reflexión frecuentada durante siglos de pensamiento filosófico profundo que poco a poco sufrió el socavamiento. Con la modernidad, conceptos metafísicos fueron excluidos del campo del conocimiento hasta convertirse con el positivismo esta reflexión profunda de la realidad el núcleo integrante de una mentalidad superada o en vía de superación.

En el siglo XIX, el pensamiento crítico de la razón decapitó el  constructo especulativo-racionalista de tres cabezas (alma, mundo, Dios) para proponer un nuevo pensamiento metafísico de la naturaleza y de las costumbres fundamentado onticamente en la inmutable estructura de la mente humana. El pensamiento puro, racional, montado en lo apriorístico, prolongaba hasta la hipertrofia, su vida de moribundo. Pretendiendo certificar su defunción, acabar con el proyecto kantiano, el idealismo absoluto con su lógica, declaró realizar la verdadera crítica de la razón puras.

El idealismo absoluto mismo ya se presentaba en parte como filosofía sin metafísica, superadora de la metafísica, apareciendo ésta por otra parte, en la filosofía de la realidad y del espíritu, como ciencia de la lógica, unificación de la metafísica y la lógica. Las categorías lógicas no se situaban sólo en la mente, pertenecían al en sí de las cosas y ganaban objetividad.

El pensamiento antimetafísico del siglo XIX dio un  salto adelante excluyendo de la realidad misma  el reino de lo eterno y de lo inmutable. Pero los filósofos antimetafísicos no se libraron de la sospecha  de liberación de la misma metafísica que combatieron, ya sea bajo el peso de la noción de eternidad como acontencimientos presentes retornados sobre la base de la infinitud temporal y eternidad del residuo material último de todo o como leyes lógicas, como ciencia lógica, que reina desde siempre y para siempre.

Deja un comentario